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Estancamiento en la transparencia empresarial del IBEX 35

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Las compañías del índice IBEX 35 han progresado en la incorporación de la sostenibilidad y la responsabilidad social corporativa (RSC) en sus planes estratégicos. No obstante, enfrentan desafíos importantes relacionados con la transparencia y la responsabilidad, particularmente en sectores clave como los derechos humanos, la fiscalidad y la lucha contra la corrupción. Un informe reciente indica que la calidad de los datos no financieros suministrados por estas compañías es inadecuada, con una calificación media de 44.39 sobre 100, un poco más baja que la del año pasado.

Las zonas más destacadas comprenden los derechos de los trabajadores, los clientes y consumidores, y el entorno, con calificaciones de 61,38, 59,59 y 47,50, respectivamente. En contraste, los elementos vinculados a los derechos humanos, la fiscalidad y la lucha contra la corrupción muestran los resultados más bajos, con puntuaciones de 31,51, 29,79 y 36,64, respectivamente. Esta información sugiere una carencia de transparencia en aspectos fundamentales de la RSE que necesitan atención inmediata.

La incertidumbre en la legislación también es un factor determinante en este estancamiento. La propuesta Ómnibus de la Comisión Europea, que altera regulaciones clave como la Directiva de Información Corporativa sobre Sostenibilidad (CSRD) y la Directiva de Diligencia Debida en temas de Sostenibilidad (CSDDD), ha provocado desconcierto entre las empresas. Estas enmiendas, que tienen como objetivo simplificar el entorno regulatorio, han sido criticadas por la falta de participación pública y por implementar cambios rápidos que impactan la calidad y el alcance de las obligaciones de transparencia.​compromisorse.

En este contexto, las empresas se encuentran en una situación de incertidumbre, tratando de cumplir con normativas de transparencia que están siendo modificadas sin una planificación adecuada. Esta falta de claridad dificulta la implementación efectiva de políticas de sostenibilidad y RSE, y puede revertir los avances logrados en los últimos años.​

Además, la propuesta Ómnibus podría debilitar la evaluación de riesgos en la cadena de suministro, al centrarse únicamente en los proveedores directos y descuidar los eslabones más alejados, donde a menudo ocurren los abusos más graves. Esta limitación en la diligencia debida podría tener consecuencias negativas para los derechos humanos y el medio ambiente, áreas en las que las empresas del IBEX 35 ya presentan deficiencias.​

Es crucial que las compañías del IBEX 35 asuman una actitud activa para avanzar en la claridad y responsabilidad de sus estrategias de sostenibilidad y RSC. Esto implica establecer políticas concretas y comprobables en sectores importantes, mejorar la calidad de los datos no financieros que ofrecen y ajustarse a las normativas recientes de manera eficiente. Solo a través de estos actos podrán las empresas reforzar su dedicación a la sostenibilidad y restaurar la confianza de sus grupos interesados.

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