La moda de verano se reinventa con la mantelería de las abuelas

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Cada temporada, la moda se transforma, y este verano ha llegado con una corriente singular que nos vincula al pasado: los bordados de Lagartera, las artesanías con hilo tradicionales y las sutiles técnicas de antaño que eran propias de nuestras abuelas. Estas se combinan con diseños modernos, forjando un puente entre lo antiguo y lo actual.

El pasado y el presente en la moda actual

La relación entre la moda y el diseño de interiores siempre ha sido cercana, y una de las pruebas más claras de esta conexión está en los tejidos que han trascendido generaciones. Un ejemplo claro es el cannage, el patrón más famoso de la maison Dior, que comenzó como un diseño exclusivo para las sillas de estilo Napoleón III. Estas sillas, con sus rejillas de mimbre, adornaron los primeros desfiles de la firma francesa en 1951 y, con el paso de los años, se han trasladado a toda clase de accesorios de alta costura, incluyendo perfumes.

Un ejemplo adicional es la Toile de Jouy, un método proveniente de la tapicería que Christian Dior integró con pasión, utilizándola no solo en sus colecciones, sino también en sus creaciones de cerámica y tejidos. Asimismo, el patrón Barocco, popularizado por Versace en la década de los noventa, trascendió de las pasarelas a los textiles para el hogar, convirtiéndose en un símbolo que ha perdurado hasta la actualidad.

Esta interconexión entre la moda y el hogar ha alcanzado nuevos niveles desde la pandemia, cuando, al pasar más tiempo en nuestros hogares, la moda comenzó a inspirarse en los detalles cotidianos de nuestro entorno doméstico. De hecho, el regreso de los patrones de mantelerías y tejidos tradicionales, como los bordados de Lagartera, ha sido una de las propuestas más innovadoras de los últimos tiempos.

El regreso de la mantelería y los bordados tradicionales

Marine Serre, destacada diseñadora de los últimos diez años, revivió este concepto en 2022. Su colección de verano se inspiró en tejidos típicos de manteles y tareas del hogar, como el encaje torchón y las rayas náuticas. Serre innovó al reinterpretar estas telas clásicas, presentándolas en desfiles como piezas contemporáneas y de moda. También incorporó los reconocidos bordados de Lagartera, célebres por su detallada elaboración y conexión con el ambiente hogareño, rindiendo homenaje a la nostalgia de épocas anteriores.

A través de esta propuesta, Serre no solo conectó con la esencia de lo tradicional, sino que también le dio una nueva vida a esos tejidos que, en su día, formaban parte del ajuar de nuestras abuelas. Así, estas mantelerías y bordados se convierten en piezas clave de la moda de hoy, llevando consigo una fuerte carga de significado y memoria cultural.

De la tradición a la moda moderna: reciclaje creativo y nuevas ideas

El renacer de estos tejidos tradicionales no ha quedado solo en las pasarelas de los diseñadores más vanguardistas. Firmas como Cavia y la española Andión han adoptado el concepto de upcycling, un movimiento que promueve la reutilización de tejidos antiguos para crear prendas nuevas y exclusivas. Esta tendencia ha cobrado fuerza en los últimos años, con marcas que se especializan en reciclar textiles sacados del baúl de nuestras abuelas, transformándolos en vestidos, faldas y blusas llenas de personalidad y autenticidad.

El trabajo de upcycling también ha encontrado su lugar en las colecciones de grandes diseñadores internacionales. Ellen Hodakova, la talentosa diseñadora sueca y ganadora del prestigioso premio LVMH, ha demostrado cómo transformar objetos cotidianos, como trapos de cocina, cubiertos o incluso restos de neumáticos, en prendas de alta costura. Su enfoque es un claro ejemplo de cómo la moda puede reinventarse, tomando materiales de lo más común para crear piezas de vanguardia que dan una nueva vida a lo que originalmente se consideraba desechable.

La moda boho y floral que nos conecta con el hogar

La reaparición de las mantelerías y los bordados de nuestras abuelas no es el único vínculo con la tradición presente en la moda de hoy. Creaciones de Chloé, Giambattista Valli y Miu Miu han hallado inspiración en el acto de reunirse alrededor de la mesa y la calidez de las comidas familiares para diseñar colecciones que evocan la atmósfera de un domingo hogareño. Los trabajos de hilo, los bordados y los diseños florales, típicos de las mantelerías y tapicerías, se han transformado en componentes fundamentales de la moda actual, mezclando la nostalgia con toques modernos.

Chloé, en su cruzada boho chic, ha integrado estos patrones en sus colecciones, aportando un aire relajado y sofisticado a la vez. Los brocados de Giambattista Valli, por su parte, reinterpretan los motivos florales en una versión más sofisticada, mientras que Miu Miu adopta un enfoque más desenfadado, trasladando la sencillez de una merienda floral a sus vestidos modernos.

La fusión entre lo tradicional y lo contemporáneo: un regreso a las raíces del hogar en la moda

Así, la moda del verano 2025 nos invita a reconectar con nuestras raíces, con los tejidos que formaban parte del entorno cotidiano de generaciones anteriores. A través de una reinterpretación moderna de las mantelerías y bordados tradicionales, las diseñadoras y marcas actuales nos recuerdan la belleza y la historia que se encuentran en lo cotidiano. Estos tejidos, que alguna vez adornaron las mesas de nuestras abuelas, ahora se convierten en protagonistas en las pasarelas, transformados en prendas de moda vanguardista y llena de significado. Y lo mejor de todo es que, en este proceso, la moda demuestra una vez más su capacidad para reinventarse, fusionando lo tradicional con lo contemporáneo, creando piezas atemporales que no solo visten el cuerpo, sino también el alma.

Por: Martha Patricia

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