Ecuador busca transferencia de operación de su mayor hidroeléctrica a Power China

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El gobierno de Ecuador ha avanzado en las negociaciones para que Power China, empresa matriz de Sinohydro, asuma la operación de la central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, la mayor planta de generación eléctrica del país. Esta medida busca solucionar los problemas técnicos y financieros que han afectado el desempeño de la infraestructura desde su inauguración en 2016.

Con una capacidad instalada de 1.500 megavatios, Coca Codo Sinclair se concibió como una obra icónica destinada a abastecer hasta el 30% de la demanda de energía del país a través de fuentes sostenibles. No obstante, desde que comenzó a funcionar, la planta ha enfrentado importantes problemas, incluyendo grietas en los distribuidores de flujo y erosión regresiva en el río Coca, lo cual ha comprometido la estabilidad y el funcionamiento de la instalación.

Estas deficiencias técnicas obligaron a la Corporación Eléctrica del Ecuador (CELEC EP) a iniciar un arbitraje contra Sinohydro, compañía responsable de la edificación, solicitando compensaciones que rondan los 580 millones de dólares por los gastos en reparaciones y perjuicios. Este conflicto legal ha generado tensiones en las relaciones bilaterales entre Ecuador y China.

En este contexto, el Ejecutivo ecuatoriano ha planteado a Power China la posibilidad de asumir la operación y mantenimiento de Coca Codo Sinclair a cambio de la retirada de la demanda y una compensación económica. Durante una reunión entre los presidentes de ambos países, se acordó que la firma china invertirá 400 millones de dólares para optimizar la planta, implementando tareas de mantenimiento preventivo y correctivo que permitan estabilizar su funcionamiento.





La elección se debe a la exigencia de asegurar un abastecimiento de electricidad confiable, crucial para la economía y los habitantes. Coca Codo Sinclair ha jugado un papel clave en reducir la dependencia del país de los combustibles fósiles y en la venta de energía a países cercanos. Sin embargo, los frecuentes problemas han impactado la producción de energía, provocando apagones e incrementando los gastos de operación.


Además de las dificultades técnicas, el proyecto estuvo envuelto en controversias por investigaciones que señalaron pagos indebidos realizados por Sinohydro a intermediarios ecuatorianos, lo que afectó la transparencia del proceso y generó desconfianza en sectores sociales y políticos.

El comunicado de que Power China asumirá la gestión ha provocado diversas reacciones. Algunas partes consideran la propuesta con optimismo como una forma de garantizar la continuidad y eficacia del proyecto, mientras que otras manifiestan inquietud por la nueva dependencia de una empresa asociada con los problemas iniciales.

Este caso refleja los desafíos que enfrenta Ecuador en la transición hacia una matriz energética sostenible y resiliente. Aunque Coca Codo Sinclair representa un avance importante en la generación limpia, los problemas técnicos y las complejidades políticas han evidenciado la necesidad de mayor supervisión y planificación en proyectos de gran escala. La expectativa está puesta en que las medidas acordadas permitan estabilizar la planta y asegurar su contribución a la seguridad energética del país en los próximos años.

Por: Martha Patricia

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