El Gobierno de Ecuador ha establecido nuevos lineamientos migratorios que entrarán en vigor a partir del 29 de julio de 2025, con el objetivo de fortalecer el control en las fronteras y garantizar una gestión ordenada de las personas que ingresan y salen del país. Estos requisitos aplican tanto para ciudadanos nacionales como extranjeros y buscan responder a las demandas actuales en materia de seguridad, salud y orden migratorio.
Para los ciudadanos ecuatorianos, la entrada al país se podrá realizar presentando la cédula de identidad, el pasaporte vigente, el pasaporte de emergencia o un salvoconducto emitido por las autoridades correspondientes. En el caso de los extranjeros, se exige la presentación de un pasaporte con al menos seis meses de vigencia o, para quienes provengan de países sudamericanos miembros del Mercosur y asociados, la cédula o documento nacional de identidad es suficiente para el ingreso.
En cuanto a los visados, la mayoría de los países cuentan con exención de visa para estancias de hasta 90 días en un período de 12 meses. No obstante, ciertas nacionalidades deberán tramitar una visa electrónica o consular, especialmente si buscan estadías prolongadas o ingresan desde territorios donde se requiere un mayor control. Para los cruces fronterizos terrestres y fluviales, se establecen requerimientos adicionales, como la presentación de antecedentes penales apostillados para determinadas nacionalidades, con el fin de reforzar la seguridad.
Entre las novedades, figura la obligatoriedad de declarar ante las autoridades aduaneras la tenencia de montos superiores a los 10.000 dólares en efectivo o en otros instrumentos financieros como cheques al portador, bonos o valores. Esta medida busca prevenir delitos asociados al lavado de activos y el financiamiento ilícito.
Los jóvenes tienen normativas concretas: es necesario que entren en compañía de uno o ambos progenitores o de su tutor legal. Si se desplazan con otras personas, es esencial que posean un permiso notarial que avale su desplazamiento, asegurando de esta forma el resguardo y bienestar de los menores.
En el ámbito de la salud, se sugiere disponer de la vacuna contra la fiebre amarilla para los que viajen a las áreas amazónicas del país, como una precaución frente al riesgo epidemiológico que estas zonas representan. Del mismo modo, aunque no es un requisito obligatorio, se recomienda que los turistas cuenten con un seguro médico que cubra posibles incidentes durante su permanencia.
Las autoridades migratorias también podrán solicitar comprobantes de salida o itinerarios a los viajeros, como una forma de verificar la intención de regresar a su país de origen o continuar su viaje hacia otro destino. El pasaporte presentado debe tener al menos una página en blanco para los sellos de ingreso y salida.
Para dejar el país, tanto los ciudadanos ecuatorianos como los extranjeros deben utilizar los puntos oficialmente autorizados y presentar la documentación adecuada. En el caso de menores, se requiere una autorización apropiada si no viajan con sus padres. No respetar los tiempos permitidos de estancia puede resultar en sanciones, como multas o restricciones temporales para volver a entrar a Ecuador.
Mediante esta modificación regulatoria, Ecuador pretende armonizar la liberalización del turismo y el comercio con la urgencia de fortalecer la seguridad y el control migratorio. Se sugiere a todos los visitantes que preparen sus documentos con antelación y acaten las normativas vigentes para prevenir inconvenientes durante su paso por el país.
El régimen recién implementado demuestra el empeño de Ecuador en renovar sus controles fronterizos y alinearse con los estándares internacionales, asegurando a la vez la seguridad de sus ciudadanos y turistas.