Tormentas secas en España: cómo prevenir incendios forestales

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España está experimentando una fuerte ola de calor que ha elevado las temperaturas a niveles muy altos esta semana, con cifras que sobrepasan los 44 °C en provincias del sur, como Sevilla y Córdoba. Este clima tan extremo no solo impacta en la vida diaria de las personas, sino que también favorece la aparición de incendios forestales de gran tamaño en distintas áreas del país.

La combinación de altas temperaturas, sequedad del suelo y vientos intensos ha generado condiciones favorables para la propagación rápida de incendios. En localidades como Tres Cantos, en las afueras de Madrid, los equipos de bomberos enfrentan dificultades significativas para controlar las llamas, que se propagan con rapidez debido a la vegetación extremadamente seca y al clima adverso. En este contexto, un fenómeno meteorológico poco conocido, las tormentas secas, se ha identificado como un factor clave en la iniciación de estos incendios.

Qué son las tormentas secas

Acontece una tormenta seca cuando se generan las condiciones habituales de una tormenta, como nubes desarrolladas y relámpagos, pero la precipitación se evapora antes de tocar el suelo. Esto ocurre ya que el aire cercano al terreno es extremadamente cálido y árido, evitando que el agua llegue a la tierra.

A pesar de la ausencia de lluvia, los rayos sí pueden impactar la vegetación, y cuando esta se encuentra deshidratada, los descargas eléctricas pueden iniciar incendios forestales. Se considera tormenta seca cuando la precipitación que llega al suelo es inferior a 2,5 mm, lo que equivale a menos de un litro por metro cuadrado.

Condiciones que favorecen la propagación de incendios

Para que una tormenta seca genere rayos capaces de incendiar, se requieren tres factores principales: altas temperaturas en la superficie terrestre, sequedad en la troposfera baja y humedad e inestabilidad en la troposfera media. Esta combinación permite que la electricidad acumulada en las nubes se libere en forma de relámpagos que pueden impactar en cualquier lugar, incluidas zonas remotas o de difícil acceso para los equipos de extinción.

A diferencia de los incendios provocados o accidentales por humanos, que generalmente ocurren en áreas cercanas y de fácil acceso, los incendios iniciados por tormentas secas pueden multiplicarse y extenderse rápidamente, complicando su control y aumentando los riesgos para comunidades y ecosistemas.

De qué manera se producen los relámpagos y los truenos

Durante las tormentas eléctricas, los rayos se originan cuando el aire húmedo y cálido asciende rápidamente, se enfría y condensa, formando nubes densas de tipo cumulonimbus. En el interior de estas nubes, el aire caliente interactúa con el hielo, creando cargas eléctricas que se acumulan hasta descargarse en forma de relámpagos. Esta descarga puede elevar la temperatura del aire a unos 30.000 °C, causando una rápida expansión que produce la onda de choque que escuchamos como trueno.

En las tormentas secas, este mismo proceso se mantiene, pero la escasez de lluvia en el suelo convierte cada rayo en un potencial iniciador de incendios. En un contexto de altas temperaturas prolongadas y suelo extremadamente seco, incluso una precipitación mínima no es suficiente para humedecer la vegetación y reducir el riesgo de ignición.

Efecto en España y pronóstico

Durante esta semana, las condiciones atmosféricas se combinan de manera que algunas regiones podrían experimentar tanto tormentas secas como húmedas. Mientras que las tormentas húmedas pueden aliviar parcialmente la sequedad del terreno, las secas representan un riesgo significativo de incendios forestales. Las autoridades meteorológicas alertan sobre la necesidad de extrema precaución en áreas propensas y subrayan que la combinación de calor extremo y rayos secos es un factor determinante en la propagación rápida de los incendios en España.

Las tormentas secas representan un riesgo desapercibido pero mortal en momentos de altas temperaturas, capaces de provocar incendios en pocos minutos y dificultar gravemente las tareas de los bomberos, perjudicando tanto a la población como a los ecosistemas boscosos del país.

Por: Martha Patricia

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